Inspiración, estrategia y propósito: así se vivió el MeetUp de Initium

El evento fue un espacio para conectar, aprender e inspirarse con historias reales de quienes decidieron emprender y hoy generan un impacto en sus industrias. “Para mí, emprender es sinónimo de libertad. No solo es poder dedicarme a lo que me apasiona o manejar horarios flexibles, sino también tener la libertad de ser creativo y, sobre todo, de aprovechar las oportunidades que se presentan. A lo largo de mi carrera descubrí que la mayoría de esas oportunidades nacieron en la universidad. Initium es una de ellas, y por eso invito a todos a aprovecharla al máximo”, expresó Pablo Pereira, director de Initium, durante la apertura del evento, que tuvo lugar en el edificio de la UM en el LATU y convocó a estudiantes de diversas carreras.
Pablo fue seguido por Alejandro Cid, el rector de la Universidad de Montevideo, que resaltó el impacto que están teniendo los graduados de la UM en el ecosistema emprendedor. Compartió ejemplos concretos de alumni que comenzaron sus proyectos mientras trabajaban o estudiaban, y que hoy lideran empresas, cierran acuerdos con grandes marcas o continúan su formación en universidades de prestigio internacional. Para Cid, estos casos reflejan el poder transformador de una idea bien trabajada y el valor de la formación recibida en la universidad.

Emprender con estrategia
La jornada continuó con la charla de Matías Craviotto, cofundador de OrderEAT, una aplicación que permite a niños comprar en la cafetería de su colegio sin usar efectivo. Se trata de una wallet digital donde los padres cargan dinero, y los hijos compran a través de una pulsera, tarjeta o simplemente su nombre. Esta es, para muchos, su primera experiencia con dinero sin la presencia directa de adultos.
Más allá de lo tecnológico, Craviotto remarcó el propósito de su empresa: “Tenemos la misión de educar a través del comportamiento de los niños, y tratar de enseñar educación financiera y nutricional con educación activa, gamificando cómo hacen el comportamiento.”
Durante su exposición, Matías reflexionó sobre los desafíos y aprendizajes en el camino del emprendimiento. Resaltó la importancia de la ejecución por encima de las ideas: “Las ideas no valen nada”. Lo que vale ante cualquier cosa es la ejecución, agregó. Además, alentó a los estudiantes a animarse a soñar en grande y a no temer al fracaso, señalando que “el uruguayo tiene muy limitado el sentido de lo posible” y que es necesario cambiar esa mentalidad para construir proyectos de impacto desde el país.
Con un enfoque inspirador, invitó a los futuros profesionales a aprovechar cada oportunidad y a considerar la experiencia en startups como una vía para potenciar sus habilidades y hacer una diferencia real.

Panel de mujeres innovadoras
El panel de mujeres emprendedoras y cofundadoras estuvo compuesto: Julia Proto (Manuar), Rosina Kiriakidis Regent (Sacro Destilados) y Stefania Pouquette (Creative Color Labs), tres emprendedoras acompañadas por Initium. En una conversación sincera e inspiradora, compartieron aprendizajes, desafíos y oportunidades del camino emprendedor, haciendo énfasis en la importancia de animarse a romper barreras en sectores tradicionalmente liderados por hombres.
Stefania Pouquette, fundadora de Creative Color Labs, compartió su transición del mundo corporativo al emprendimiento. “Después de casi 15 años en un empleo corporativo, que fue una muy buena escuela para aprender a llevar adelante una empresa, sentí que había que tener la flexibilidad para hacer cambios cuando las condiciones ya no eran las mismas”, contó. En 2021 fundó Color Labs, el primer laboratorio de color para la industria de la pintura en Latinoamérica. Hoy, desde Uruguay, ya opera en toda la región y está desarrollando un software propio para digitalizar las operaciones de pinturerías y permitir la venta de color en línea.
Julia Proto, fundadora de Manuar, se propuso transformar la manera en que las personas interactúan con la tecnología cotidiana. “Manuar es una startup de inteligencia artificial que convierte manuales que nadie lee en guías visuales interactivas”, explicó. Su camino emprendedor comenzó en 2022 y, actualmente, está en etapa pre-seed, enfocada en ajustar el producto al mercado y validar la solución con clientes reales.
Rosina Kiriakidis Regent también decidió cambiar de rumbo. Economista de formación, dejó la banca privada y la industria de consumo masivo para crear Sacro Destilados en plena pandemia. “Cuando decía que iba a hacer gin, la gente pensaba que era una marca de ropa”, recordó entre risas. Gracias al apoyo de Initium y ANDE, pudo adquirir su primer destilador y hoy ya exporta gin y vodka artesanal a México.
A través de sus historias, las tres dejaron claro que emprender no es solo cuestión de coraje, sino también de aprendizaje continuo, preparación y red de apoyo. Coincidieron en la importancia de rodearse de buenas influencias, compartir ideas y aprovechar los recursos disponibles. “Pregunten, hablen, busquen contactos, anímense a preguntar... absorban todas las cosas que ven, lean mucho, infórmense, estén en la vanguardia de lo que hay, miren a otros países”, afirmó Rosina. Stefania, por su parte, valoró el entorno actual: “Ahora aún más me parece genial el ecosistema y los apoyos que hay para emprendedores, empresas y pymes”.
También hubo un mensaje claro sobre la persistencia y la confianza en las propias ideas, incluso ante el escepticismo. “No se queden con los ‘no’. Siempre hay mucha gente que te dice ‘esto es una locura’, o te da todas las razones por las que no va a andar. Si realmente están convencidos, háganlo”, animó Stefania. Julia cerró con un consejo clave para quienes recién comienzan: “Hoy en día la inteligencia artificial te ayuda mucho. Usen esas herramientas, prueben, y no se enamoren de la solución: enamórense del problema”.
Anna Chiara Ortolani, Coordinadora de apoyo a emprendedores de Initium, explicó que la elección de las panelistas no fue casual. “Cuando armamos el panel, quisimos visibilizar tres casos de mujeres emprendedoras, diferentes y en etapas distintas, pero con innovación, las tres que habían sido apoyadas por ANII o por ANDE”, contó. El objetivo era claro: inspirar a otras mujeres a animarse a emprender en áreas STEM, donde aún hay poca representación femenina. “Queríamos mostrar para poder dar un ejemplo y que más chicas y emprendedoras se animen. Más allá de que los casos son súper válidos para inspirar a cualquier hombre y mujer, me pareció re lindo poder tener un panel todo de mujeres innovadoras”, destacó.

Renacer y emprender: un accidente que cambió vidas
El cierre del evento estuvo a cargo de Guillermo Lyford-Pike Troccoli, fundador de Parma Cosmética Automotriz, quien compartió una historia emotiva sobre propósito, resiliencia y espíritu emprendedor.
Con solo 3.000 dólares ahorrados y la inspiración de su padre, Guillermo comenzó su camino en el rubro automotriz. En 2014, un accidente cambió su vida: “De un día para el otro mis piernas no me respondían. Me tenía que rehacer, y la única forma de hacerlo era confiando en mí y dándole para adelante”.
Con un carrito eléctrico y un local abandonado, inició su primer lavadero. Aunque el negocio no fue rentable, le dejó una experiencia invaluable que más tarde le permitió liderar el lavadero familiar. Este año, concretó la compra de Mar Caribe, un lavadero con más de 50 años de historia. Hoy, Guillermo está al frente de dos locales y emplea a más de 20 personas. Se arriesgó, aprendió en el camino y hoy cosecha los frutos de haber apostado por su idea. “Eso es lo lindo de ser emprendedor: tomar el riesgo”, reflexionó.
En su charla, compartió lo que significa emprender en carne propia: un camino de cambio, riesgo y adaptación. “Mi futuro era como futbolista”, recordó, y aunque el rumbo cambió drásticamente, supo adaptarse: “Pasó lo que pasó y me animé”. Para él, emprender implica animarse a hacer las cosas: “Nadie te va a dar lo que vos querés. Tenés que animarte y confiar en vos… hacelo lento, rápido, fuerte, suave, como quieras, pero hacelo”. Subrayó también la importancia de ser realista, aterrizar las ideas para ver qué tan alcanzables son y que la constancia es una condición clave. “Si uno no es constante, chau. Son horas de horas, de horas de trabajo, de calenturas”, dijo.

Un espacio para crecer
Una vez más, el MeetUp de Initium reafirmó su propósito: ser un espacio de encuentro para quienes buscan aprender, desafiarse y dejar huella a través del emprendimiento.
Emilia, ejecutiva de Emprendimientos y Educación para la Innovación, destacó la importancia de vincularse con el ecosistema emprendedor desde etapas tempranas, sin importar la carrera que uno estudie. “Eso es lo que te lleva al mercado laboral en el futuro. Ya sea emprendiendo, formando parte de una empresa o siendo intraemprendedor. Creo que cuanto antes uno se empieza a vincular, a conocer y a manejar determinada información, se va volviendo más competitivo, aunque no lo sepa”. Para ella, combinar la academia con el contacto real con empresas no solo inspira y estimula la creatividad, sino que también amplía la mirada y prepara mejor para el mundo profesional.
El valor agregado para los alumnos:
Tres alumnos de la UM compartieron sus aprendizajes tras participar en el encuentro:
Martina Cáceres, estudiante de primer año de Negocios Internacionales, participó del evento con un objetivo claro: inspirarse para emprender. “Vine a este evento para aprender sobre emprender, porque quiero ser emprendedora, y aprendí muchísimo sobre no rendirme y sobre la perseverancia. Y que es un camino difícil, pero cualquiera lo puede hacer, nada es imposible”, contó.
Santiago Pense, estudiante de Dirección y Administración de Empresas, destacó la variedad de perfiles y rubros presentados como uno de los aspectos más valiosos del encuentro. “Me pareció súper interesante que vimos desde gente que emprendió en el rubro tecnológico a gente que emprendió incluso con un lavadero de autos y detailing. O sea, cosas muy variadas que te hacen sentir que vos podés emprender en cualquier cosa”, reflexionó.
Por su parte, Victoria Lena, estudiante de Ingeniería Informática, valoró especialmente la cercanía de los testimonios compartidos. “Lo que me llevo es un punto de vista más genuino de lo que es emprender. De repente ves muchas historias tipo ‘este emprendimiento nació en el garaje de mis padres y es Microsoft’, y acá te llevás una visión más realista de lo que hace la gente realmente y cómo se hace en Uruguay”, señaló.
