Los docentes doctorandos de la Universidad este 2025

La UM tiene más de quince docentes que son doctorandos. Este año seis de ellos viajaron al exterior y relataron cómo fue su experiencia
Los docentes doctorandos de la Universidad este 2025

En el marco de uno de los tres ejes del nuevo Plan Estratégico de la UM presentado en diciembre del año pasado, el cual busca aumentar entre 20 y 25 profesores doctores y asegurarles tiempo de investigación, la Facultado de Comunicación (FCOM) cuenta con cuatro docentes que realizan en simultáneo su doctorado: Florencia Berruti, Juan Manuel Gari, Sofía Montero y Juan Marra. Los tres primeros lo hacen en la Universidad de Navarra, en España, mientras que el coordinador del área de Comunicación y Cultura estudia en la Universidad de Glasgow.

Desde 2022 su investigación se ha centrado en representaciones cinematográficas del espacio urbano y el uso creativo de archivos audiovisuales en prácticas instalativas. Su caso de estudio es la costa montevideana. "Me interesa la idea de creación a partir de archivos. Nos permite pensarnos, imaginarnos y reflexionar en diferentes niveles” comentó Marra.

“A su vez, son proyectos que generan conciencia sobre la relevancia del patrimonio audiovisual. Los archivos viven cuando nos apropiamos de ellos y revisitarlos creativamente resulta clave para su resignificación" agregó.

Montero y Berruti visitaron las instalaciones de la Universidad de Navarra a principios de este año, donde se quedaron un tiempo para profundizar en sus estudios. “Ya he ido tres veces y mi experiencia es excelente. No solo porque tengo un director y una co-directora dedicados y generosos, sino porque el intercambio con otros doctorandos y profesores es muy enriquecedor” confesó Montero.

Los docentes doctorandos de la Universidad este 2025

“Lo que he aprendido hasta ahora haciendo la tesis me ha hecho mejor en mi trabajo como docente”

Además de ser docente y doctoranda, Montero es coordinadora del área de Comunicación Estratégica de la FCOM desde 2021, por lo que, aunque trata de dejar reservado al menos un día a la semana para avanzar con su tesis, comentó que “no siempre es posible hacerlo”. Su investigación gira en torno a la comunicación de gobiernos locales y espera que los resultados de su trabajo le sean de utilidad a las instituciones para poner en práctica los cambios necesarios.

Montero explicó que el principal desafío de su investigación radica en la extensión del proyecto: “No es algo a lo que uno puede dedicarle media hora entre reuniones y avanzar. Compatibilizar la investigación con otras tareas que a veces son más urgentes es un desafío de todas las semanas”. Aun así, cree que su labor como docente se complementa bien con ser doctoranda: “Si bien el tema de mi tesis no es exactamente lo que enseño en mis cursos en la FCOM, creo que la disciplina que requiere preparar las clases es buena para la tesis y viceversa: lo que he aprendido hasta ahora haciendo la tesis me ha hecho mejor en mi trabajo como docente”.

En la misma línea, Berruti comentó que su tema de tesis conecta con su trabajo como Encargada de Comunicación Institucional en la UM, lo que le permitió “ahondar en muchos temas” que enriquecen el contenido de lo que les enseña a sus alumnos. “Mi rol consiste justamente en el trabajo de la identidad, cultura corporativa, reputación y relación con distintos públicos de la Universidad. El doctorado me da la oportunidad de reflexionar y profundizar en estos temas, lo que me permite una mirada amplia de mi trabajo, en el que la identidad puede ser un faro que guíe e impulse el recorrido de la Universidad”, explicó.

“He aprendido mucho de lo que he leído en artículos académicos. (…) Las propuestas de otros autores me han ayudado a profundizar en ideas personales o a ver las cosas desde una perspectiva distinta. De esta forma, creo que es posible ver ese trabajo como un diálogo con otros autores y, así, entender la dimensión colaborativa de la academia. Al mismo tiempo, los encuentros con mis directores de tesis y otros profesores y doctorandos me han ayudado mucho. Escuchar a otras personas con más trayectoria académica y profesional ha sido fundamental para avanzar con mi tesis y entender mejor la vida académica” sumó.

Actualmente la Facultad de Ciencias Empresariales y Economía tiene a María Carolina Chifflet y  Silvana Blanco como doctorandas tras la defensa exitosa de su tesis por parte del decano, José María Cabrera, el pasado febrero en Rotterdam. La Facultad de Derecho, Ingeniería y el Centro de Psicología suman dos docentes cada una, y repartidos entre otras unidades se encuentran Santiago Silva Ledesma, Elaisa Varela y Elizabeth Scherschener en Argentina y España respectivamente.

Scherschener es encargada del área de Gestión y Calidad de Datos, recientemente creada en la UM. Es ingeniera y actualmente cursa su doctorado en Ciencia y Tecnología Informática en la Universidad Carlos III de Madrid con una beca de la Fundación Carolina.

Su objetivo es aportar una perspectiva innovadora en el campo de la tecnología y la inteligencia artificial: “Conocer más en profundidad, desde un doctorado en tecnología, un tema que tenga impacto en lo humano y sea relevante al día de hoy, fue lo que me impulsó a iniciar mi tesis. Me llamó la atención el tema de la transparencia en la trazabilidad de los razonamientos realizados por la Inteligencia Artificial, ya que cuando estos resultados no son explicables, impactan directamente en las decisiones humanas”, comentó Scherschener.

Además, la ingeniera subrayó que su formación doctoral no solo fortalecerá su carrera profesional, sino que también le permitirá aportar desde lo práctico en la UM, ofreciendo una visión real de los desafíos y oportunidades que presenta la tecnología en el ámbito educativo y social.

Internacionales y nacionales

También está el caso de Ana Cristina Chiusano, de la Facultad de Humanidades y Educación, quien buscó “seguir creciendo académicamente y continuar con la línea de investigación experimental” a través de un doctorado, pero, a diferencia de sus pares, (Josefina Calvete, Gabriela Casares y Ana Laura Betancurt, de la misma Facultad y doctorandas también), ella lo hace en la Universidad de la República. La docente comentó que tuvo clases presenciales durante el primer año y que se “generaron espacios de intercambio con docentes y compañeros que enriquecieron significativamente el proceso de elaboración del proyecto”.

Asimismo, Chiusano destacó el apoyo recibido por la UM, el cual calificó de “excelente”. “Conté con un entorno institucional que valoró y acompañó mi desarrollo académico, brindándome la posibilidad de compatibilizar mis funciones docentes con las exigencias de la investigación. (…) Además, la posibilidad de llevar adelante el trabajo de campo con estudiantes de la propia institución permitió una articulación concreta entre mi investigación y mi práctica profesional, lo que enriqueció notablemente ambos espacios” expresó.

Scherschener ha enfrentado el desafío de equilibrar las exigencias de un doctorado con las responsabilidades familiares y laborales, y también destacó el apoyo recibido por parte de la Universidad, que asegura que fue “del 100%”. Y agrega: “La experiencia en Madrid me ha permitido conocer realidades y perspectivas académicas diferentes, lo que enriquece el aporte de la UM a la sociedad. Mi objetivo es contribuir a la discusión sobre la ética algorítmica, asegurando que las decisiones automatizadas sigan siendo humanas”.

“Anímense a dar el paso”

Chiusano, al igual que Montero, cree que, pese a que se trata de un proceso exigente, hay que hacerlo: “Anímense a dar el paso sabiendo que se trata de un proceso exigente, pero profundamente transformador”, comentó la primera. “Es fundamental elegir un tema que realmente los apasione y que esté vinculado con su práctica profesional, ya que eso les permitirá sostener el compromiso a lo largo del tiempo… Por sobre todo, les recordaría que el doctorado no es solo una meta académica, sino una oportunidad para crecer, repensar la propia práctica y contribuir de forma significativa a la comunidad educativa” agregó.

Montero, en la misma línea, concluyó que sin un para qué, un proyecto tan largo “se vuelve más complicado”. Asimismo, con vistas a futuro piensa que es muy positivo que la UM forme doctorandos: “Seguro que va a dar muchos frutos en las distintas unidades académicas, no solo en investigación sino también en la calidad de la docencia. En lo personal, es un desafío que me encanta y por el que estoy muy agradecida”.

 

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