Hidrovía Uruguay-Brasil: conferencia sobre la integración de la frontera

El embajador Guillermo Valles, el capitán Juan José Mazzeo y el economista Ignacio Munyo dialogaron sobre las posibilidades del proyecto en el encuentro organizado por CEDEI UM
Hidrovía Uruguay-Brasil: conferencia sobre la integración de la frontera

El Centro de Documentación y Estudios de Iberoamérica (CEDEI) de la UM realizó la cuarta actividad de su Ciclo Cultural 2022. El jueves 4 de agosto un panel de expertos en profundidad sobre las posibilidades del proyecto de hidrovía entre Uruguay y Brasil, en el que trabajan conjuntamente el gobierno nacional y el vecino país, ante un auditorio conformado por el rector de la Universidad de Montevideo, Dr. Juan Manuel Gutiérrez Carrau y diversas autoridades nacionales y departamentales, representantes diplomáticos y empresarios.

En el panel participaron el embajador de Uruguay ante Brasil, Dr. Guillermo Valles; el director ejecutivo de CERES, Dr. Ignacio Munyo; y el delegado de la Comisión mixta uruguayo-brasileña para el desarrollo de la Cuenca de la Laguna Merín (CLM), Capt. Juan José Mazzeo.

La relevancia de un proyecto en la frontera para trabajar “asimetrías”

Juan José Mazzeo dio inicio al diálogo y enfatizó la importancia del proyecto para el desarrollo nacional de la Cuenca Laguna Merín: “Estoy convencido de que, de todos los proyectos internacionales que tiene el país, es el más importante”. La relevancia del proyecto, sugirió, no solo está en el desarrollo de la región fronteriza de ambas sociedades, sino también desde el punto de vista geopolítico para la integración regional, continental e iberoamericana.

Mazzeo repasó los antecedentes de las vías fluviales del territorio que desembocaron en la firma del acuerdo de la hidrovía Uruguay-Brasil en 2010: “Comprende la Laguna de los Patos, el canal San Gonzalo, la Laguna Merín y los tramos navegables de los tributarios de ambas lagunas, creando una vía de navegación de 800 kilómetros de extensión” explicó. El orador opinó que “esto no es poca cosa”, si se compara dicha distancia con la que tienen los puntos más distantes del país, entre Cabo Polonio y la Triple Frontera en Artigas, que abarca unos 580 kilómetros.

También explicó que la necesidad más importante del proyecto es la de la integración y que, al comienzo, será a nivel regional para luego pasar a ser continental. “Centrar la integración en la frontera es importantísimo, especialmente para un estado pequeño como Uruguay, porque en la frontera es donde se trabaja contra las asimetrías”. Mazzeo expresó que, si bien parecería impensable poder acordar con el vecino país, refiriéndose al tamaño del Brasil, la frontera de la hidrovía es el lugar donde la “asimetría disminuye”, y resaltó que, en dicha zona de intercambio, un kilómetro es igual para “el gigante” que para “el pequeño”.

Por último, brindó una descripción y señalización de las regiones de la frontera y explicó detalles de las posibilidades de tráfico, y cuáles podrían ser los transportes acuáticos que llevarían a cabo cada actividad. Mazzeo comentó que la hidrovía es también eficiente para el tráfico de pasajeros que une el tramo desde Porto Alegre hasta la boca del río San Luis y más allá, cruzando el Plata: “Si tenemos esa vía navegable de 530 kilómetros, que supone un ahorro de 500 kilómetros por tierra y tres peajes que son dolorosos para cualquiera, se puede formar un corredor turístico de arriba de 1.100 kilómetros entre Porto Alegre y Buenos Aires, que tiene toda esa parte lagunar y –prácticamente- puede servir a cerca de veintiún millones de personas. No es un mercado despreciable”. Mazzeo aseveró, en su conclusión, que el proyecto también es útil para extender el corredor turístico que termina en la costa atlántica uruguaya hacia Brasil.

Los beneficios sociales y económicos para la zona

A continuación, el economista Ignacio Munyo, director ejecutivo de CERES, se refirió a los beneficios potenciales de la zona, que involucran –además- la arista social. Puntualizó que el proyecto comprende unos 143 mil kilómetros cuadrados y que involucran -en total- la vida de 4.5 millones de personas: “Estamos hablando que, en la parte uruguaya, la zona de influencia principal es sobre las zonas de menor empleo, de mayor nivel de porcentaje de personas que viven en hogares por debajo de la línea de pobreza y de menores niveles de ingreso per cápita”. También destacó que la zona tiene niveles de subdesarrollo en comparación al resto del territorio nacional.

Asimismo, explicó que la región señalada tiene vías de salidas de producción lejanas -como son Montevideo y Carmelo- lo que conlleva un gran esfuerzo logístico para extraer la producción: “Es un gran esfuerzo de costos que, ante el eventual desarrollo de este canal nuevo de navegación, se podrían ahorrar” si se piensa en la proximidad de puerto de Río Grande. La hidrovía, indicó, es una solución para salir al océano desde la zona en cuestión de una forma más próxima, barata y eficiente que la actual. Además, Munyo comentó que el proyecto puede aportar una oportunidad de mejora de movilidad turística.

“Hay un millón de hectáreas que están subutilizadas o no utilizadas para producir en esa zona porque los costos de transporte lo inviabilizan”, señaló, y argumentó que el proyecto naturalmente aumentaría la producción y extracción de arroz, maíz, roca calcárea, cemento, madera y celulosa.

Por último, detalló que desde la mirada de “observadores interesados” lograron definir los pasos que se deberían seguir para hacer realidad el proyecto de la hidrovía. Entre ellos mencionó la búsqueda de financiamiento, la homogenización de los mecanismos de control, la promoción de inversiones dentro de un plan de incentivos para captar capitales y el cuidado del medio ambiente. “Estamos hablando de un proyecto que tiene un gran impulso para una zona que esta deprimida con respecto al resto del país. Esto aumenta la competitividad, algo que también el país -en general- necesita”, finalizó.

La hidrovía: una fuente de gran provecho

Por último, el embajador de Uruguay en Brasil, Dr. Guillermo Valles, hizo énfasis en algunos puntos detallados anteriormente por ambos panelistas y explicó que, además de los usos de transportes, se decantarán otros. Indicó que al pensar en cualquier tipo de hidrovía deben señalarse los distintos valores y usos que ésta presenta. Valles destacó que el primer uso en el que se piensa es en la navegación -ya sea transporte de carga o de personas- y navegación recreacional. Pero también especificó que, en segundo término, se encuentra el tema fundamental del manejo del agua: “Energía hidráulica, conservación ambiental, biodiversidad, objeto de política pública que puede chocar incluso con otro de los usos”.

Destacó otras utilizaciones como el ordenamiento territorial y la conservación del patrimonio: “Alrededor de la Laguna Merín tenemos un patrimonio histórico precioso”. A su vez, se refirió a la posibilidad del uso eólico que la zona ofrece. “La Laguna Merín, por no ser muy profunda, puede ser el lugar ideal para la constitución de nuevos parques eólicos”, explicó y refirió que, en consecuencia, se puede pensar en la producción de hidrógeno verde. En opinión del embajador Valles, el tema de la carga es lo fundamental y luego debe pensarse en la logística desde el punto de vista de las terminales portuarias y los operadores navieros existentes o proclives a participar. A través de un recorrido realizado con la ayuda de imágenes proporcionadas por Google Earth, el embajador Valles pudo explicar con propiedad cómo se integra la geografía hidráulica en la zona involucrada y el estado de situación actual de las lagunas.

Por último, comentó la importancia de que el gobierno trabaje con el sector privado para la hidrovía y recordó el concepto de integración que había señalado Mazzeo al principio de la exposición: “Integración es mutua dependencia. ¿Qué hay de malo en todo esto? La carga tiene que salir por donde sea más eficiente para el productor”. Al finalizar la exposición, mencionó un párrafo del geógrafo y cartógrafo José María Reyes, quien ya en el siglo XIX había señalado la importancia de esta zona de confluencia entre ambos países y las ventajas económicas y sociales de sus características geográficas.

En las palabras con las que se cerró el acto se destacó el papel de las universidades y de los centros de investigación –como es el CEDEI UM- en los proyectos de interés nacional como el de la hidrovía Uruguay Brasil.

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